Salsa de tomate casera

Dificultad
Fácil
Raciones
5 botes x 250ml
Preparación
15 min
Cocción
20 min
Total
35 min

¿Has oído el refrán que dice: «El que algo quiere, algo le cuesta»? Elaborar nuestra propia salsa de tomate es un esfuerzo más allá de abrir un bote comprado (que por muy artesano que sea, nunca será lo mismo), pero bien merece la pena.

Esta salsa de tomate casera es muy fácil de hacer, está muy rica y  podemos elaborar más cantidad y conservar el excedente en botes de vidrio puestos previamente a baño maría.

Hay ocasiones, en nuestro día a día, en que no tenemos tiempo para cocinar, y benditos esos botes de salsa de tomate que están en nuestra despensa,  listos para ser disfrutados en nuestros platos favoritos.

Ingredientes:

  • 1 kg de tomates
  • 1 cebolla (opcional)
  • 1 zanahoria grande
  • 1 trocito de jengibre fresco (1 cm)
  • 2 cucharadas de orégano seco
  • 50 g de albahaca fresca
  • 1/2 cucharadita de comino en polvo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de melaza de arroz o azúcar de coco
  • 1 cucharadas de miso blanco o sal sin refinar

Elaboración:

  1. Hacemos una cruz en la base de los tomates con un cuchillo y los ponemos en una olla de agua hirviendo durante un minuto, los sacamos y los metemos en un bol de agua fría.
  2. Una vez que estén templados, los pelamos y troceamos, también troceamos la zanahoria y la cebolla.
  3. Ponemos una sartén alta o cacerola con un poco de aceite, salteamos la cebolla troceada y el jengibre con una pizca de sal  hasta que  la cebolla comience a estar blanda, añadimos la zanahoria y seguimos cocinando unos minutos más.
  4. Añadimos el tomate troceado, movemos todo bien. Espolvoreamos el comino y el orégano, tapamos y cocinamos entre 20 minutos y media hora: las hortalizas deben estar tiernas. Si quedan muy secas, durante la cocción añadir agua.
  5. Una vez que tenemos la salsa cocinada, la ponemos en un procesador de alimentos y añadimos la albahaca fresca troceada, la melaza de arroz (sirve para corregir la acidez, podéis usar el endulzante que os guste más), añadimos el miso y trituramos todo.
  6. Probamos y corregimos de sal, aceite y pimienta si fuera necesario
Tomates escaldados

Nota: Con esta salsa acompañamos verduras y pasta, o la usamos como base para pizzas y empanadas.

Si quieres corregir la acidez, añade el endulzante natural que te guste, yo propongo sirope de arroz, pero puedes añadir azúcar de coco o una pizquita de estevia en polvo.

El miso blanco da un toque especial a las salsas, y es el ingrediente salado que sustituye a la sal, se consigue facilmente en ecotiendas.

¡Espero que la disfrutes!

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